3- "Diego"

Diego

Diego me ayudó con mis mochilas, luego me subió a su espalda y de un solo salto ya estábamos en la calle junto a su coche. Un reluciente BMW M3 descapotable negro. Me quedé atónita al verlo.

-         ¿Cómo costeaste semejante nave?- le dije aún atónita.

-         No te preocupes que por las drogas no fue- explicó al instante al saber q que me refería con mi pregunta- con los años que tengo he ahorrado dinero- dijo y me dedicó una sonrisa destellante.

Le creí, no tenia razón para dudar.

-         Emm… Diego- dije vacilante

-         ¿Sí?- contesto inseguro.

-         ¿Quedaría mal preguntar que edad tienes?- pregunte insegura.

-         No esta mal preguntar, incluso ya estaba pensando porque habías demorado tanto en preguntarlo- me ruborice pero apenas, me había dado un poco de vergüenza- tengo doscientos años.

-         ¿Cuál es tu historia? ¿Cómo te convertiste?- la curiosidad me invadió completamente- No tienes que contestar si no quieres- dije el final para disimular la curiosidad.

-         No te preocupes- dijo- creo que como vamos a estar mucho tiempo juntos tenemos que tenernos confianza- concluyó

-         Opino lo mismo- contesté, la confianza para mí siempre fue, es y será muy importante.

-         Mi historia es un tanto complicada- me advirtió sin apartar ojos del camino y manos de volante- Todo comenzó al rededor de 1826, mi familia era una de las mas poderosas de España, en ese momento vivía en Madrid y acababa de cumplir quince años.

>> Yo era conocido como el gran Diego Soto V hijo del gran ministro Diego Soto IV. Todos querían ser mis amigos y como estaba en edad de elegir esposa todas querían ser la indicada- se rió con ironía- lo que sucedía era que yo era hijo único y heredaría todo el impero de mi padre- pronunció esa última palabra con completa rabia y desprecio- Mi madre murió cuando yo nací así que no la conocí pero tenía una madrastra, se llamaba Julieta- sonrió al pronunciar su nombre- Era la indicada, tenia mi edad, mis mismos gustos y era bellísima. Nos llevábamos muy bien, quizá demasiado bien- su sonrisa se desvaneció- una noche escuché a mi padre peleando con Julieta y fui a ver que sucedía.

 Me miró para ver si podía continuar con su historia, le dediqué una sonrisa de tranquilidad.

>> Entre a su habitación para ver que sucedía. Mi padre estaba furioso porque Julieta le dijo que estaba enamorada de mi- dijo diego con tristeza- Julieta le dio una bofetada a mi padre por haberle dicho que era una cualquiera, mi padre se enfureció tanto que sacó su arma, cuando le fue a disparar salte delante de Julieta y la bala me pegó a mi- dijo con tono sombrío- Mi padre al ver que yo agonizaba se suicidó al saber que perdía a su único heredero y lo que nadie sabia era que Julieta era vampiro y fue ella la que me salvó al convertirme.

>> Estuve viajando con Julieta por cien años cuando una noche estando de caza se descontroló por algo que le confesé y tuve que defenderme- dijo con tristeza- Nunca ame a Julieta porque siempre la vi como a una madre, una amiga pero jamás la ame y cuando se lo dije esa noche quedo hecha una fiera y se lanzó sobre mi, jamás pensé que lo haría pero supongo que debió haber sido por el dolor que sintió al saber que no la amaba- dijo con tristeza.

>> Seguí viajando cuando llegué aquí hace un año y me encontré con Oscar y Joaquín- a ellos los nombró con mas desprecio que a su padre- Lo de anoche fue la gota que colmó el vaso, yo sabía que iba a morir porque eran dos contra uno pero, apareciste vos- tu ruido hizo que salvara mi vida.

>> Cuando acabé con Joaquín- continuó- Las dos palabras que salieron de la boca de Oscar:”Debe Morir”- lo imitó- Me dejaron hecha una fiera- confesó- Yo no iba a permitir que muriera la persona que salvo mi vida- me volvió a mirar, yo me ruboricé- Así que salté sobre él para matarlo pero no pude y Oscar huyó- dijo con rabia- Esa es mi historia. Finalizó.

-         Gracias-  le dije.

-         ¿Por qué?- preguntó confundido.