"Este capítulo sinceramente es el más importante para mí pues lo he escrito junto con mi mejor amigo, llamado justamente Facundo, ambos logramos este tan elaborado capítulo, Facundo de corazón te agradezco que me prestaras tu nombre para este personaje que representará la amistad que ambos tenemos, te adoro, sos un genio y este capítulo va para vos.
Espero que a todos les guste este capítulo al que tanto le dediqué mi corazón en hacerlo lo más perfecto posible.
Besos los quiero muuuchoo y Aquí les dejo el séptimo capítulo del libro: Facundo
Zoe"
Facundo
El celular de Diego sonó para devolvernos a la realidad.
- Es Facundo- dijo- Dice que ya aterrizó y que en diez minutos estará aquí- anunció.
- Será mejor que me cambie- le dije entre risas.
- Estaré abajo- dijo feliz- Te espero.
Diego volvió a besarme pero esta vez con más ternura y delicadeza, esta vez nos dimos el tiempo de sentir y saborear los labios del otro, no quería que eso terminara pero tuve que frenar todo pues Facundo venía en camino así que nos separé con poca gana.
- Facundo está por venir- le dije- No quiero dar una mala impresión… ¿Le dijiste lo que te pedí el mes pasado?
- Si se lo dije.
- ¿Cómo reaccionó? ¿Qué dijo?- pregunte ansiosa.
- Quedó más sorprendido que yo- dijo y se rió- Y eso es bastante difícil, tuve que contarle lo que me dijiste cuando te pregunté porqué eras tan buena con los vampiros…
- ¿Y qué dijo?
- Que no te dejara ir porque eres especial- dijo con ternura mientras me miraba a los ojos- Dijo que luchara por tu amor porque valía la pena y que te dijera lo que siento de una buena vez porque no encontraría a alguien como tu.
- Estoy muy ansiosa por conocerlo- dije feliz e iluminada.
- Él también- dijo y comenzó a reír con ironía- Quiere conocer a la chica que dejó atontado a su mejor amigo.
- Te espero abajo- dijo mirando el reloj de la habitación.
Asentí y Diego en un abrir y cerrar de ojos desapareció del balcón. Yo entré a la habitación y empecé a buscar que ponerme, sabia que no disponía de mucho tiempo así que me puse unos jeans que Diego me había obsequiado hace una semana como ofrenda de paz- aunque recuerdo que se lo devolví pero por lo que veo lo dejó en la habitación- una blusa y los mejores botines que tenía. Peiné mi cabello lo mejor posible y salí corriendo de la habitación a esperar a Facundo en la entrada.
- Estará aquí en dos minutos- dijo Diego- Te ves hermosa.
- Gracias- le dije y le sonreí- Cuéntame sobre Facundo- le pedí- ¿Cuál es su historia?
- Creo que lo mejor es que se lo preguntes a él- dijo sonriendo y me dio una tranquila vuelta de 180º para que notara al vampiro parado en la puerta.
Facundo era más bajo que Diego, pero no tanto, tenía el pelo totalmente negro como la noche y sus ojos eran de un color dorado resplandeciente, sus hoyuelos eran de niño, pero aunque estuviera feliz podía notar una seriedad y un dolor oculto. Vestía jeans y una camisa negra, en los jeans colgaba una cadena-¿Será rockero?- también llevaba unos geniales tenis negros y en ambas manos muñequeras, una mejor que la otra.
- Facundo ¡Bienvenido viejo amigo!- saludó Diego.
- Diego, que felicidad verte después de tanto tiempo- dijo Facundo y en un abrir y cerrar de ojos había dejado las maletas en el suelo y estaba a poco metros de nosotros junto con Diego saludándose con tanta felicidad que me dio curiosidad saber hace cuanto tiempo no se veían.
- Ven- Diego me tomó de la cintura y me llevó hasta Facundo- Facundo ella es Arianna mi… - me miró a la espera de mi reacción, yo asentí y le dediqué una cariñosa sonrisa- Mi novia- anunció Diego y al oír esas palabras mi corazón estalló de felicidad.
- ¿Novia? ¿De verdad?- preguntó Facundo y posó sus hermosos ojos dorados en mi, yo sonreí demasiado feliz.
- Si, ya somos novios- dije.
- Pues, ¡Felicitaciones a ambos!- dijo y nos saludó de nuevo, a Diego con un apretón de manos y a mi con un abrazo- Esta si es una gran noticia, ¡Al fin te decidiste amigo!- le dijo a Diego en broma- Pero que descortesía la mía- dijo en autorreproche- Aún no me he presentado- se acercó a mi y me di cuenta de que era una cabeza más alto que yo- Es que Diego me a hablado tanto de ti que ya siento que nos conocemos, yo soy…
- Facundo- le respondí y aun tenía esa sonrisa en mi rostro- Diego me ha hablado de ti, aunque no tanto como me gustaría saber- bromee y los tres nos reímos.
- Supuse que te gustaría ser tú quien le contaras- dijo Diego.
- Es verdad- confesó Facundo- Será un placer para mí.
- ¿Qué tal estuvo tu vuelo?- pregunte para seguir hablando así podía conocer mas a Facundo.
- Sinceramente muy complicado- dijo desanimado- Fue muy difícil esquivar a Oscar- al escuchar ese nombre mi corazón se exaltó- Vine en un avión privado de un amigo porque en el aeropuerto mi olor sería fácil de percibir.
- ¿En dónde se encuentra ahora?- pregunté preocupada.
- Viene para España, pero no logré averiguar a que parte- confesó culpable- Lo siento.
- No te disculpes- le dije y me acerqué para abrazarlo, Facundo correspondió ese abrazo- Hiciste lo mejor, salvarte a ti mismo, eso es lo importante.
- Ella tiene razón- dijo Diego mientras se acercaba para apoyar su mano en el hombro de Facundo en símbolo de apoyo- Nunca me perdonaría si algo te pasara, eres mi mejor amigo.
- Es que tendría que haberlo averiguado, no es justo para ustedes que estén a la espera de si deben huir o no- dijo con culpa.
- No te preocupes por eso- dijo Diego animándolo- Ya le pedí a Cloe que venga, Arianna no estará desprotegida en ningún momento.
- ¡Genial!- dijo Facundo feliz aunque si lo miraba atentamente podía notar esa seriedad oculta- Me alegro de formar parte de esto.
- Facundo de verdad te agradezco que hagas todo esto por mi y mi familia- le dije- ¿Vamos a que te instales?
Al decir eso vi los ojos de Diego y noté que ya estaban oscuros.
- Amor, ya es tiempo de que vayas a cazar ¿Verdad?- pregunté en con un tono de reproche.
- Si, es verdad amor- dijo- ¿Tú ayudas a Facundo?
- Si no hay problema- dije, Diego besó mi frente con amor y ternura y desapareció de la casa en un instante.
- ¿Vamos?- le dije a Facundo.
- Si vamos- contestó con las maletas en las manos.
- Ash- Dije en autorreproche- No le pregunté a Diego que habitación te correspondía- al decir eso Facundo quedó tenso mirando hacia el patio trasero como si esperara ver o escuchar algo.
- Dice Diego que me corresponde la habitación que era de su padre y también me pide que la rediseñe a mi gusto porque no le gusta mucho ese cuarto- explicó.
- ¿Cómo lo sabes?- pregunté.
- Lo escuché- dijo- Diego te escuchó y me lo dijo.
- Wow genial- le dije feliz- Pues vamos entonces.
Facundo asintió y ambos subimos la escalera a un paso un poco acelerado para humanos y lentos para vampiros pero por lo que noté a Facundo no le importó, por el contrario, iba lento y tranquilo, mirando y analizando cada cuadro y esculturas que tenía la casa. Caminamos por el pasillo que daba a las habitaciones y noté que se había formado un silencio tenso.
- ¿Qué habitación te tocó?- preguntó Facundo para romper el silencio.
- La de Julieta- le dije.
- Interesante- dijo sorprendido.
- ¿Qué sucede?- pregunté nerviosa.
- Es que eres la primera persona que habita su cuarto desde que falleció- explicó- Diego no ha tenido el valor para entrar por la culpa que hasta hace poco sentía.
- Diego me contó lo sucedido con Julieta- dije.
- Pero ¿Te contó que Julieta era su tía?- preguntó.
- No- dije sorprendida- ¿Julieta era su tía?
- Si- contó- Pero Diego no lo sabía hasta después de su muerte.
- ¿Hasta luego de su transformación o hasta luego de la muerte de Julieta?- pregunté.
- Hasta luego de su transformación- explicó- Pero Julieta no lo sabía.
- ¿Cómo lo averiguó?- pregunté curiosa.
- Es que fue lo primero que quiso hacer al ser convertido en vampiro fue averiguar sobre su madre- dijo con compasión- Tenía sólo quince años y nunca la había conocido, nunca había tenido siquiera un retrato de ella, una imagen en su memoria, nada. Su padre siempre quiso que Diego tuviera a Julieta como única imagen materna- contó rabioso al mencionar al padre de mi amado- Julieta al transformar a Diego se encargó de que todos pensaran que él estaba enfermo y que su padre se había suicidado por problemas mentales, aunque ese hombre merecía cosas peores- dijo con rabia en todo su rostro- Gracias a Julieta, Diego podía investigar todo sin problemas.
>> Un día fue a conocer a sus abuelos pues su padre jamás había permitido que Diego viera a sus abuelos maternos, solamente a los padres de Julieta. Se llevó una gran sorpresa al ver que los padres de Julieta eran los de su madre.
>> Ese día Diego le preguntó a sus abuelos sobre su madre- contó Facundo rememorando lo que Diego le había contado- Por lo que Diego me dijo el plan inicial era que la mitad de la fortuna de sus abuelos fuera para Julieta y la otra mitad para María Ignacia.
- ¿Así se llamaba?- pregunté.
- Si- contestó- María Ignacia.
- Cuando los padres de Diego se casaron- dijo retomando el hilo de la historia- La fortuna de María Ignacia la manejaba solamente el padre de Diego, al morir su madre, sus abuelos decidieron que toda su fortuna perteneciera a Julieta, lo cual dejaba al padre de Diego completamente sin nada, sus abuelos ofrecieron criar ellos mismos a Diego, dijeron que nunca le faltaría lo que precisara, pero su padre dominado por su egoísmo no accedió.
>> Otro de los planes iniciales era que Julieta se casara con Diego, no con su padre, pero el padre dominado por la ambición e hipnotizado por la belleza de Julieta se casó él con ella.
- Un minuto, hay algo que no me cuadra- paré la historia pensativa- ¿Cuándo fue transformada Julieta?
- Ella nos dijo que fue transformada a los trece, antes de conocer al padre de Diego, no se porqué pero ya estaba bastante desarrollada para esa edad y la ponzoña ayudo más todavía pues la belleza es uno de los regalos que nos entrega para cautivar a nuestras presas.
>> Julieta nos dijo que había conocido a un vampiro que se enamoró de ella y le pidió que la transformara para vivir con él para siempre, aunque en realidad era para ser hermosa para siempre- recalcó
>> El vampiro la transformó sin dudarlo y cuando le pidió que huyeran ella se negó con la escusa de que no le haría eso a sus padres- dijo con disgusto por lo vanidosa que era- Otra cosa que Julieta y su enamorado no sabían era que ella tenía un extremo autocontrol que fue lo que le permitió seguir su vida normalmente.
- ¿No le importó partirle el corazón al pobre vampiro?- pregunté sorprendida, yo me odiaba por haber lastimado a Diego pero Julieta nada… no la logro entender.
- Tenía trece años, la verdad me sorprende que el vampiro la transformara así como si nada, era prácticamente una niña, no le importó para nada- explico.
- ¿Cómo quedó el vampiro?- pregunté preocupada.
- Se suicidó, no quería seguir viviendo sin Julieta- dijo.
Al decir eso ya nos encontrábamos frente a la puerta que daba a la habitación del padre de Diego. Facundo abrió la puerta y vi que la habitación era hermosa, pero totalmente antigua, la cama de madera ya no aguantaría mucho hasta desmoronarse, la habitación estaba totalmente intacta, lo que significaba que Diego no había entrado desde su transformación.
Con Facundo nos sentamos en la cama con cuidado por las dudas y empezamos a observar la habitación examinando cada detalle, cada libro, cada pintura, todo… Me sorprendió la cantidad de libros que había para ser una habitación tan antigua.
- Facundo…- comencé a decir pero él comenzó a reír al notar la vergüenza en mi tono de voz- ¿Por qué te ríes?- pregunté.
- No te sientas mal- se disculpó- No es por ti- aclaró- Es que eres tan cordial conmigo que hasta me parece irónico- al decir eso volvió a reír- Puedes preguntar lo que quieras con confianza.
- Gracias- le dije de corazón, Facundo me dedicó una sonrisa de complicidad- Diego una vez me dijo que tenías un gran don pero no me dijo cuál ¿Me lo explicas?
- Si, aunque es un poco complicado de explicar- dijo buscando las palabras adecuadas- Yo puedo dar ataques de corriente eléctrica por medio de contacto físico.
- ¿Cómo se manifiesta?- pregunté invadida por la curiosidad.
- Cualquiera que toque alguna parte de mi cuerpo puede recibir un choque eléctrico si así lo prefiero- explicó y esta vez si pude entender, Diego tenía razón, el don de Facundo era muy poderoso- Aunque según Diego- continuó- yo podría hacerlo sin necesidad del contacto físico, pero aún no encontré con quien practicar.
- ¿Tu don se manifestaba cuando eras humano?- pregunté invadida por la curiosidad.
- Por lo que recuerdo si, pero era algo mínimo, todos pensaban que eran las descargas estáticas- dijo- ¿Y tú? ¿Tienes algún don?
- Si tengo el don de la premonición y por lo que sé ya se manifiesta desde hace muchos años- dije.
- Genial- dijo sorprendido- Eso es espectacular. ¿Quieres saber algo más de mí?
- La verdad si- dije sincera- Pero no se por donde empezar.
- Tómate el tiempo que quieras- dijo tranquilo.
- ¿Cómo te convirtieron en vampiro?- pregunté un poco dudosa.
- No tengo muchos recuerdos de mi vida humana, simplemente los últimos antes de transformarme- explicó- Vivía en Nueva Orleans con mi padre y mi hermana menor, mi padre se llamaba Juan y mi hermana Irina. Yo los amaba tanto y aún los amo- dijo con nostalgia- Principalmente a Irina, ella era la hermana perfecta, comprensiva, compañera, compasiva, honesta, inocente, pero, también era muy bella y eso para ella fue una bendición, pero a la vez una maldición.
>> Irina para ser humana poseía una belleza digna de una vampira. Si la hubiera transformado no podría imaginar la belleza que tendría, pero no fui lo suficiente egoísta.
>> En 1921 los Gángsters dominaban. Mi padre era en extremo celoso de mi hermana aunque creo que era porque tenía miedo porque Irina era inocente pero lo que mi padre no sabía era que mi hermana no era manipulable y siempre decía lo que pensaba, era muy difícil imponerse ante ella.
>> Una noche Irina entró a mi cuarto a escondidas de mi padre llorando totalmente despechada, me dijo que se había enamorado de un chico llamado Paul, pero un gangster había comenzado a cortejarla, Paul era uno de los empleados de ese gangster y cuando su jefe se enteró de que mi hermana y Paul habían empezado una secreta relación le dijo a mi hermana que si se casaba con él, liberaba a Paul pero si no lo hacía los mataba a ambos. Mi hermana acudió a mi desesperada, Paul y ella se amaban. No tuvo el valor de decírselo a mi padre porque él no quería que ella se casara hasta los dieciocho años y apenas tenía quince.
>> Irina no sabía que hacer, quería huir con Paul pero el maldito gangster los tenía vigilados a ambos.
>> Mientras hablaba con mi hermana se me ocurrió un plan para liberarla a ella y a su enamorado, el gangster tenía una hermana menor de la edad de Irina llamada Daiane que era la mimada de su hermano.
>> Le expliqué a Irina mi plan, ella accedió pero con una condición: No podía herir a Daiane.
>> Yo accedí sin problemas pues Daiane era una gran persona y aunque mi hermana no me lo hubiese pedido yo no la lastimaría pues ella no tenía la culpa.
>> Al día siguiente comencé a poner mi plan en acción, mi hermana le dijo al gangster que le diera tiempo para pensar su propuesta mientras yo comencé a acercarme a Daiane, con el paso de los días nuestra amistad fue creciendo, al cabo de un mes yo era el mejor amigo de Daiane y ella era tan importante para mi como mi hermana.
>> Ya había pasado un mes desde que había comenzado con mi plan, decidí contarle todo a Daiane pues no quería que nuestra amistad tuviera mentiras por medio. Ella adoraba a mi hermana y logró liberarla a ella y Paul pero su hermano se enteró de que estaba mal por mi culpa. No le dije nada a Irina porque sabía que ella intentaría hablar con Daiane o con su hermano y yo no quería eso.
>> Conseguí dinero para que Irina y Paul se fueran. Justamente los envié a Uruguay porque quería que fueran a un lugar que no fuera muy conocido aparte ambos dominaban bien el idioma español así que no habría problemas en que se adaptaran.
- ¿Qué sucedió contigo?- pregunté y Facundo notó que la historia me había llegado al corazón.
- Una noche estaba deambulando solo por una calle medio oscura y los vi- al decir eso las facciones de Facundo se volvieron tensas- Eran siete chicos, todos de edades variadas, pero creo que el mayor aparentaría unos veinte años.
>> Me miraban fijamente, tratando de intimidarme, pero yo sabía de que se trataba. Simplemente seguí caminando tratando de evadirlos pero antes de llegar a la iluminada esquina aparecieron frente a mí tan rápido que me sorprendieron.
>> - ¿Quiénes son?- pregunté nervioso aunque trataba que no lo notaran- ¿Qué quieren?
>> - Tu sabes bien que queremos- dijo el mayor de ellos, recuerdo su pelo rubio y sus ojos rubíes penetrantes- Tú lastimaste a Daiane.
>> - Así que ustedes son los perros falderos del hermano de Daiane- dije para provocarlos, la verdad que a los 21 años era bastante inmaduro en ciertas cosas- No temo que me maten- dije valiente.
>> - El jefe no nos ordenó matarte- dijo riéndose macabramente- Nos ordenó algo peor.
>> - ¿Qué puede ser peor que la muerte?- pregunté irónico.
>> - Ya lo verás- dijo y en un instante ya me habían tomado de brazos y piernas y me llevaban corriendo hacia algún lugar desconocido.
>> No sé cómo pero mientras me llevaban a lo que yo creía era mi lecho de muerte, mi cuerpo se entumeció, no podía hablar y mis ojos se fueron cerrando lentamente dejándome totalmente inconciente.
>> Desperté en una habitación oscura, traté de moverme intentando no pensar en el dolor que sentía pero me dí cuenta que tenia las manos y los pies encadenados a una cama de metal. Mientras intentaba soltarme de la nada apareció uno de ellos, por lo que vi lo mandaron a vigilarme pues solo me miraba fijamente.
>> - ¿Por qué lo hiciste?- preguntó el vampiro.
>> - ¿A qué te refieres?
>> - ¿Por qué me la quitaste?- preguntó furioso- ¿Y por qué la lastimaste luego de tenerla?
>> - ¿A Daiane?- pregunté un tanto confundido y él asintió- Yo no le quité nada a nadie, ella para mí es mi mejor amiga y nunca fue mi intención lastimarla- dije con culpa- Yo la adoro y es sumamente importante para mi, jamás la lastimaría intencionalmente.
>> - ¡TU SI ME LA QUITASTE!- gritó con furia- ¡ERA MÍA! ¡EL JEFE ME LA HABÍA ENTREGADO, PERO AHORA ELLA NO QUIERE NADA PORQUE SE ENAMORÓ DE TÍ!
>> - ¡DAIANE NO ES UN PREMIO!- le grité aunque no salió muy bien pues estaba agotado- Es una persona, sólo ella es dueña de sí misma, nadie puede decidir por ella- la defendí enojado, yo quería a Daiane tanto como a una hermana y no iba a permitir que hablaran de ella de esa manera.
>> - ¿Quién te crees que eres para defenderla?- dijo con ironía.
>> - ¡SOY FACUNDO TANNER!- dije con orgullo- ¡EL MEJOR AMIGO DE DAIANE!
>> En ese instante el vampiro rugió de la furia que yo le había provocado al defenderla, intenté ver hacia donde salió pero no pude, de la nada apareció a mi lado, sus ojos reflejaban la rabia y el odio que sentía por mi, el vampiro me sonrió y antes de que pudiera reaccionar mordió mi cuello, yo profané un grito de dolor.
>> Los otros seis vampiros antes de que yo parara mi grito ya estaban al lado de mi atacante separándolo de mi cuello para que no me matara.
>> - ¡No lo mates!- le ordenaron a coro los seis vampiros.
>> - Es que no me resistí- dijo mi atacante- Pero ya hay suficiente veneno en su sangre- dijo mientras se limpiaba mi sangre de su rostro- Nuestro trabajo está hecho.
>> - Será mejor que nos marchemos, Hector vámonos- rugió.
>> - Ya voy, es que me cuesta dejar esta víctima, su sangre está muy buena- explicó Hector.
>> Hector me sonrió macabramente y todos desaparecieron dejándome ardiendo en llamas. El fuego inició en mi cuello pero comenzó a expandirse lentamente por todo mi cuerpo, intentaba soltarme para llegar a mi cuerpo y apagar el fuego pero aún seguía amarrado a la cama. Intentaba pensar pero no podía, el dolor causado por el fuego me dominaba totalmente, el único sonido que escuchaba era el de mi corazón aunque cada tanto era opacado por mis jadeos y torpes intentos de pedir ayuda, el latido de mi corazón no era como lo recordaba, estaba mucho mas acelerado, parecía que en cualquier momento saldría disparado de mi pecho.
>> En algún momento de mi agonía logré escuchar un par de voces desconocidas, intenté recordar las de mis atacantes pero no eran ellos, eran una pareja de vampiros desconocidos.
>> - Hace una semana que está aquí agonizando- dijo la vampiresa corriendo el pelo que estaba frente a mis ojos.
>> - Escucha su corazón, ya está por despertar- dijo el vampiro, yo no lograba entender lo que decía, ya tendrían que quedar cenizas en lugar de mi cuerpo, no era posible que fuera a despertar como si todo fuera simplemente un mal sueño.
>> Aunque en ese momento pensara que el vampiro no se refería a mi tenía razón, el fuego por fin comenzaba a apagarse lentamente y gracias a eso podía escuchar como mi corazón daba sus últimos latidos.
>> - No lo podemos dejar aquí abandonado a su suerte, imagina el daño que haría- dijo con compasión la vampiresa ¿Acaso yo era un monstruo? ¿A quién haría daño si estaba muerto? No entendía su conversación en absoluto.
>> - Es verdad Julieta- contestó el acompañante de la vampiresa que tanto me cuidaba sin siquiera conocerme- No lo podemos dejar aquí, estoy seguro que no sabe nada de lo que va a ser y merece luego de tanto dolor al menos saber sobrevivir.
>> - Mejor esperamos a que su transformación se complete- dijo Julieta y se quedó mirándome y acariciando mi pelo, me hacía recordar a como mi madre me acariciaba el pelo acostada conmigo en las noches cuando estaba enfermo cuando yo tenía nueve años- Diego ¿Tú crees que se descontrole al vernos?
>> - Lo dudo, creo que estará confundido.
- Un minuto- dije sorprendida- Ese Diego ¿Es mi Diego?
- Si, los que me encontraron eran Diego y Julieta.
>> Ellos se quedaron conmigo, cuando renací fueron lo primero que vi. Me acompañaron un año, entrenándome para pelear, enseñándome a ser discreto y a controlar mi sed, pero yo era bastante testarudo a la hora de alimentarnos, desde mi nacimiento jamás quise alimentarme de humanos, lo primero que maté fue un animal y al ver que su sangre podía saciarme lo suficiente como para sobrevivir me alimenté de ellos siempre, en 1923 me separé de Diego y Julieta para seguir con mi vida y comenzar con mi venganza.
- ¿A qué te refieres?- pregunté devolviéndonos a ambos a la realidad.
- Arianna, ellos me separaron de mi hermana, era lógico que los iba a matar.
- Te entiendo- dije mirándolo a los ojos, lo cual era difícil porque los ojos de Facundo eran penetrantes- Continúa por favor- le pedí.
- Gracias por entenderme.
>> Antes de separarme de Diego y Julieta le pedí a Diego que utilizara su don y me dijera si yo tenía alguna para poder desarrollarlo así lo usaría en mi venganza. Fue difícil descubrir mi don porque Diego jamás había visto algo parecido pero al final pudo explicarme bien cuál era mi don.
>> Viajé por todo el mundo por dos años en busca de alguien que me ayudara a desarrollar mi poder pero no lo encontraba y el tiempo pasaba demasiado rápido. Así que se me ocurrió una manera alternativa de desarrollar mi poder, viajaba a los bosques superpoblados y soltaba mi don contra los árboles, siempre con cuidado para no romper el equilibrio de ese ecosistema.
>> Cuando al fin pude desarrollar mi don lo suficiente para usarlo como arma comencé a investigar buscando a mis atacantes. Logré conseguir la información necesaria de todos y los maté a todos, dejando a Hector para el final
>> Me tomó diez años terminar mi venganza, alrededor de 1937 busqué a Diego, pero me llevé una gran sorpresa al encontrarlo solo y moribundo. Se sentía tan culpable que estaba considerando terminar con su vida pero logré convencerlo de que no se suicidara y luego cuando estuve seguro de que Diego estaba estable seguí viajando pues él me dijo que necesitaba un tiempo solo.
>> Aproveché mi inmortalidad para pasar a visitar a mi hermana y ver si mi sacrificio había servido, aunque no me malinterpretes, yo por ella pasaría por el infierno de la transformación mil veces.
>> Encontré a Irina en Colonia del Sacramento, estaba aún mas bellísima de cómo la recordaba, había formado una hermosa familia con Paul y habían concebido a un valiente niño y a una hermosa niña. Por lo que había podido averiguar en el pueblo su hijo tenía nueve años y llevaba mi nombre y la niña tenía cinco años y se llamaba Daiane, como nuestra mejor amiga.
>> Una noche entré a su casa, tenía unas fotos mías que se las trajo cuando huyó de Nueva Orleans, la foto recortada del diario donde anunciaban su boda era bellísima. Pero en ese instante un ruido me distrajo, era el pequeño Facundo que había salido a inspeccionar por los ruidos que yo torpemente había provocado, me miraba a los ojos asombrado.
>> - ¿Quién eres?- me preguntó acercándose lentamente. El chico era muy parecido a mi, no sólo era igual a mi cuando era niño, sino que teníamos la misma mente valiente porque sólo a mi se me ocurriría enfrentar a un extraño en la noche, en mi casa, teniendo nueve años.
>> - Tu no me conoces- le dije y el chico retrocedió unos pasos- Pero soy la razón por la que te llamas Facundo.
>> - ¿Tú eres mi tío de Nueva Orleans?- preguntó con los ojos iluminados de felicidad- Mamá nos dijo que un día vendrías.
>> - Si soy yo ¿Qué sabes de mí?- pregunté con curiosidad.
>> - Mamá me dijo que gracias a ti mi hermanita y yo nacimos porque tú salvaste a mamá y papá- dijo intentando recordar las palabras de mi hermana- ¿Es verdad lo que dijo?- preguntó al notar mi asombro.
>> - Si sobrino- le dije arrodillándome para que me abrazara- Todo lo que te dijo tu madre es verdad.
>> - Oh casi lo olvido, tengo que avisarle a mamá y papá- dijo ansioso y antes de que pudiera decirle algo salió corriendo, pude notar en ese momento que al igual que yo a su edad era muy veloz.
>> - ¡Mamá, papá!- escuché que gritaba- ¡Despierten! ¡El tío está aquí!
>> - ¿Qué tío?- le preguntó mi hermana.
>> - Mi tío Facundo- le contestó mi sobrino exaltado de felicidad- ¡Mi tío Facundo está aquí!
>> - ¡Mi hermano!- exclamó Irina reaccionando a lo que mi sobrino trataba de explicarle- Mi amor despierta- le pidió a mi cuñado- Facundo despierta a tu hermana.
>> Todo eso sucedió en menos de cinco minutos, lo siguiente que pude ver fue mi hermana con una bata rosada asombrada, sus perfectos rizos dorados colgaban hasta la mitad de su espalda y sus ojos azules comenzaron a llenarse de lágrimas al verme.
>> - Eres tú- anunció ella y corrió a abrazarme.
>> - Si hermanita, e vuelto- dije correspondiendo su cálido abrazo- A pasado tanto tiempo- confesé- Te ves más hermosa que nunca.
>> - Pensé que nunca te volvería a ver hermano- dijo y comenzó a mirarme- Tú te vez exactamente igual que antes, no has cambiado, salvo por los ojos.
>> En ese momento Paul apareció con la pequeña Daiane en brazos, ambos felices.
>> - ¡Paul! ¡Qué bueno verte!- dije y me acerqué para saludarlo y ver mas de cerca de la pequeña Daiane- Hola preciosa- le dije y ella me sonrió con sus bellos dientes blancos- Eres idéntica a tu madre ¿Lo sabías?
>> - ¿De verdad?- preguntó ella con una preciosa voz de sobreprima, mi sobrinita era un ángel.
>> - Lo juro con mi vida, hermosa- al decir eso la pequeña se tiró del regazo de su padre y saltó hacia mi para abrazarme.
>> - Te quiero tío.
>> - Yo también, los quiero a todos.
>> - Hermano ¿Cuánto tiempo te quedaras?- preguntó Irina.
>> - El que quieras hermanita- le dije y todos sonrieron, aunque yo sabia que les mentía pues no podía estar allí para siempre, en algún momento los tendría que dejar.
>> El tiempo que estuve en Colonia fue el mejor de toda mi existencia. Adoraba vivir allí, todos los días estaban llenos de paz, alegría y vida. Como yo me alimentaba de sangre animal podía salir a la luz del día, aunque en la ciudad no me aceptaban mucho así que siempre me quedaba en la casa con ellos. Los cuidaba de todo, trataba a mis sobrinos como si fueran mis propios hijos, siempre les daba lo que me pidieran pero también los corregía y los enseñaba. Jamás habíamos sido tan felices.
>> Pero a los dos meses las cosas se pusieron feas, andaban rondando rumores de que yo era un fugitivo internacional de la ley y mi hermana me escondía en su casa. Nosotros estábamos tan felices que no le dábamos atención a los rumores, pero, una noche sentimos ruidos raros alrededor de la casa.
>> Paul y yo salimos a ver, ambos quedamos atónitos al ver que una muchedumbre estaba por prender fuego nuestra casa.
>> - Salva a Irina y a los niños- me ordenó mis cuñado- Yo los controlaré.
>> - Puedo hacer más que eso, déjame ayudarte- le pedí.
>> - Bueno, pero primero llévalos a un lugar seguro, son lo único que tengo y no quiero que les pase nada malo.
>> - Lo haré- le dije.
>> Estaba a punto de salir corriendo pero las palabras de mi cuñado me frenaron.
>> - ¿Te puedo pedir un favor?- preguntó triste.
>> - Lo que quieras.
>> - Si no llegas a tiempo a salvarme- dijo y una lágrima se le escapó de sus ojos, recorrió su rostro y golpeó en el piso- Dile a Irina que fue, es y siempre será el único amor de mi vida, que no me arrepiento de esto pues moriría infinitas veces por ella y los niños, también diles que los llevaré siempre en mi corazón y ruégales de mi parte que los recuerdos que tengan de mi sean siempre felices.
>> - No será necesario porque podré- le dije- Pero si algo sale mal, se los diré sin duda.
>> - Gracias- dijo de corazón- Ahora ¡Vete! ¡Sálvalos!- me ordenó.
>> Asentí y salí corriendo, en estos momentos no era necesario mantener apariencias así que en ese momento le ordené a la bestia que tenía guardada hace dos meses saliera para defender a lo único importante de mi vida. Primero tomé a los niños, los sostenía cómodamente a uno en cada brazo mientras se colgaban de mi cuello y luego a mi hermana que la colgué en mi espalda y salí corriendo. No fui a la velocidad que pensaba pues tenía que tener cuidado de no herirlos. Los dejé en Salto, en una casa que tenía arreglada para cuando tuviera que abandonarlos, les dije a los niños que siguieran durmiendo tranquilamente y a mi hermana le pedí que no se sobresaltara al despertar, entonces volví a Colonia lo más rápido que pude. Al llegar lo único que vi era que la muchedumbre ya se había ido dejando la casa ardiendo en llamas pero por todo el humo no podía captar el efluvio de mi cuñado.
>> Mientras buscaba pude sentir un grito doloroso así que comencé a seguirlo, cien metros más delante de la casa estaba Paul agonizando y llamándome desesperado. No tenía salvación, su corazón daba sus últimos latidos.
>> - Paul tengo algo que decirte- le confesé.
>> - Dime amigo.
>> - Yo no soy humano- le dije y me sorprendí pues rápidamente comprendió a lo que me refería- Los empleados del hermano de Daiane me convirtieron y quiero ofrecerte algo.
>> - No me convertiré en vampiro- dijo firme aunque agonizante- No podría soportar ver morir a Irina y luego a mis hijos y no sería lo bastante egoísta como para convertirlos a cierta edad.
>> - Créeme que te entiendo, yo tampoco elegí este estilo de vida- le dije.
>> - Prométeme algo- me pidió.
>> - Lo que sea.
>> - Protege a Irina, mis hijos y a las generaciones siguientes y si tienes que convertir a alguien hazlo, pero pregúntaselo como haz hecho conmigo.
>> - Lo haré, lo prometo- le dije firme sosteniendo su mano.
>> - Gracias, gracias por salvarme, por confiarme a tu hermana, y por todo- dijo de corazón.
>> En ese instante sus ojos se cerraron, sus labios lograron formar una sonrisa y su corazón dio su último latido.
>> No podía dejarlo allí y aún tenía unas horas antes de que mi hermana y mis sobrinos despertaran así que lo llevé al cementerio de la ciudad y le hice una tumba para que su esposa e hijos lo pudieran visitar.
>> Volví a la casa en Salto, verifiqué que mis sobrinos estuvieran bien, pero cuando fui a ver a mi hermana la encontré tirada en su cama con una nota en sus manos.
“Querido Hermano:
Cuando leas esto será porque yo estaré muerta, no pienses que he decidido terminar con mi vida, con toda la felicidad que me haz regalado eso sería imposible. Poco antes de que vinieras el médico me descubrió una enfermedad desconocida, Paul y los niños jamás se enteraron porque no quiero causarle semejante dolor. Jamás pude averiguar que tenía, te suplico de corazón que ayudes a Paul con Facundo y Daiane.
En caso de que Paul ya no esté para cuando leas esto te ruego que tú los cuides, sólo a ti te confiaría mis más grandes tesoros.
Te amo hermanito
querido.
Gracias por salvarme
y por ayudarme a ser
Feliz.
Te Amo
Y
Te Adoro.
Irina”
>> Cuando leí eso me hubiera gustado poder llorar porque mi hermana era lo más importante que tenía.
>> Me llevé el cuerpo de mi hermana, la enterré junto a Paul y salí corriendo al encuentro con mis sobrinos para darles las malas noticias, no sabía que palabras usar para decirles que su madre y su padre habían muerto el mismo día.
- Pobres niños- dije acompañada por una lágrima cargada de la tristeza que sentí.
>> Cuando les dije lo sucedido no paraban de llorar, por un tiempo me echaron la culpa, pero yo los entendía porque la muerte de Paul si había sido mi culpa. Daiane era pequeña y me perdonó al poco tiempo pero Facundo demoró más pues él entendía un poco mejor la situación que su hermana.
>> Con el pasar de los años les costó creer porqué no envejecía pero no les importó en realidad. Los cuidé, enseñé, protegí e incluso los mimé mucho tal y como mi hermana y mi cuñado hubieran hecho.
>> Daiane se volvió tan hermosa como su madre, parecían gemelas y Facundo era… especial, tenía el pelo castaño como su padre pero mezclado con el rubio de Irina pero sus ojos eran lo más especial de su apariencia, eran de un color púrpura espectacular, jamás había visto ojos tan hermosos.
- ¿Ojos púrpuras?- pregunté sorprendida.
- Si, tenía unos geniales ojos púrpuras- dijo sonriendo.
- Pero ¿Cómo eran? ¿Qué tono tenían?
- No sabría explicarte- dijo pensativo- Son como tus ojos, especiales porque no se puede explicar su tono, no se distingue entre verde o celeste.
- Gracias- le dije feliz- ¿Qué fue de ellos?
- Ambos estudiaron, se enamoraron, se casaron y formaron una familia, tal y como lo querían sus padres, fueron totalmente felices.
- ¿Hubo algún momento en el que tuviste que usar tu lado vampírico?
- Casi había dejado atrás todo eso, a excepción de la caza, todo lo otro había desaparecido, inclusive había olvidado mi don- dijo y rió- Con ellos era lo más cercano a un humano. Toda la vida le agradeceré a mi hermana que me hubiese confiado a sus hijos, ellos devolvieron a la vida al viejo Facundo.
- ¿Alguna vez le dijiste a alguno de ellos lo que eras?- pregunté y asintió- ¿A quién le dijiste?
- A ambos, porque tuve que cumplir la promesa que le hice a sus padres- confesó- Daiane llamó la atención de uno de los dueños de las más importantes fábricas cuando fuimos a Colonia a visitar la tumba de sus padres. Mi sobrina era un tanto vanidosa, pero no tonta, en esa parte era idéntica a su madre, nadie podía imponérsele sin su consentimiento y era demasiado inteligente como para dejarse manipular, ella quería un amor verdadero y aunque tuviera diecisiete años ella tenía la cabeza puesta en el buen camino.
>> El tipo comenzó a cortejarla pero ella siempre lo rechazaba, su hermano ya con veintiún años y yo la cuidábamos en todo momento y especialmente él estaba bastante descontento con que ese tipo no dejara en paz a su hermana.
>> Una noche salí de caza y los dejé solos como de costumbre, eran lo bastante grandes como para quedarse solos un corto lapso de tiempo y si necesitaban algo solo con pronunciar mi nombre estaría allí en un instante.
>> Pasada la media hora después de mi salida sentí a Daiane gritar mi nombre asustada y desesperada, pude reconocer ese timbre de voz hace muchísimos años cuando su madre acudió a mi en pedido de ayuda. Sin dudarlo salí corriendo hacia la casa, cinco minutos más tarde llegué y no podía creer lo que veía, estaba en la casa el dueño de la fábrica con cuatro tipos más quienes tenían a Daiane y a Facundo contra la pared amenazados con por un cuchillo en la garganta mientras el mercenario le decía a mi sobrina que se casara con él o que muriera con su hermano.
>> - ¿Qué está pasando aquí?- dije con rabia.
>> - Así que usted debe ser el tío- repuso el mercenario- Permítame presentarme, mi nombre es…
>> - ¡NO ME INTERESA SU NOMBRE!- le rugí- ¿Qué sucede aquí? Desde este momento no se vuelva a acercar a mi familia.
>> - Es que su sobrina es muy testaruda y no sabe lo que le conviene- dijo pedante.
>> - Creo que la única persona que es testaruda y no sabe lo que le conviene es usted, le recomiendo que se vaya y que no vuelva, por su propio bien.
>> - Tío, ayúdame- dijo mi sobrina, en ese momento si tuviera corazón habría salido disparado porque mi sobrina había adquirido el exacto tono de voz que su madre y en ese momento se vino a la cabeza el recuerdo de cuando su madre me pidió ayuda con el gángster.
>> - ¿Se van? O ¿Los tengo que sacar?
>> - Creo… que nos tendrá que sacar- dijo desafiante- Chicos atrápenlo.
>> En ese instante mi lado humano se desvaneció, todo lo que en estos años había forjado se desvaneció por completo, comencé a correr con la velocidad que la ponzoña me había entregado alrededor de el mercenario, sus cuatro sirvientes y mis sobrinos, al terminar la vuelta ya tenía a mis sobrinos en mis dominios.
>> - ¿Tío cómo hiciste eso?- preguntó Daiane sorprendida.
>> - Les prometo que en otro momento se los diré- les dije sinceramente y ambos me creyeron- Ahora Facundo quédate con tu hermana en la esquina, les prometo que no los tocarán.
>> - Como tú digas tío- dijo Facundo firme y con confianza.
>>Les dediqué un rugido penetrante a los agresores de mi familia que se habrá escuchado por toda la casa, los cuatro sirvientes saltaron hacia mí para matarme pero con un simple salto hacia arriba los pude evitar fácilmente, no quería que mis sobrinos me vieran cazando y tampoco quería la sangre de esos monstruos en mi organismo así que maté a los cinco malditos desnucándolos, me tomó diez minutos. Lo que me dolía era que mis sobrinos vieran todo, desde el primero que desnuqué hasta el atacante de mi sobrina, que, para asustarlo más me le acoqué lentamente y le dí la oportunidad de defenderse, obviamente era un cobarde, lo primero que hizo fue sacar su arma y dispararme, pero la bala simplemente rebotó en mi pecho y cayó al suelo.
>> - ¿Qué eres?- preguntó asustado mientras yo seguía avanzando.
>> - Soy…- le dije y tomé la expresión de estar buscando la palabra correcta- Tu peor pesadilla- dije riéndome macabramente.
>> Sin tenerle una pizca de compasión salté sobre él y le rompí el cuello provocándole una muerte instantánea. Llevé los cuerpos al fondo de la casa y los prendí fuego, el entrar mis sobrinos seguían inmóviles en la esquina mirándome fijamente, el primero en avanzar fue Facundo, yo estaba totalmente quieto para no hacer algo que los asustara, Facundo simplemente como el chico valiente que siempre fue avanzó y me abrazó sin miedo, yo le correspondí el abrazo porque en ese momento la verdad necesitaba uno para calmar y volver a enterrar a mi demonio interno, Daiane simplemente nos miraba, totalmente en shock.
>> - Princesa por favor no me temas- le rogué- Sabes que lo hice para salvarlos. ¿Estás asustada mi princesa?
>> - Jamás me asustaría de ti tío- dijo y corrió a abrazarme- ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?
>> - No te preocupes mi bella princesa, no me pasó nada- le dije y la abracé fuerte- Estoy muy orgullosos de ambos, con el pasar del tiempo son cada vez más iguales a sus padres y estoy seguros de que ellos si estuvieran aquí estarían sumamente orgullosos igual que yo.
>> Luego de eso todo fue perfecto, volvimos a Colonia y junto con mi sobrino reconstruimos la casa donde vivíamos antes y Daiane la decoró, nuestra vida ahí fue simplemente perfecta, al día siguiente de lo sucedido con el dueño de la fábrica les conté todo, mi naturaleza, mi don, las reglas, las expediciones de caza, todo.
- ¿Cómo reaccionaron?- pregunté curiosa, hay que amar mucho a alguien como para contarle todo corriendo el riesgo de perderlo.
- La verdad no se asustaron y se lo tomaron de forma bastante normal, en si ya sabían que yo no era un humano común y corriente, esos chicos eran muy observadores e inteligentes, notaron que no envejecía aunque yo intentara ocultarlo, también notaron que no me alimentaba como ellos y lo sucedido con el mercenario fue la gota que derramó el vaso- dijo feliz rememorando la vida con sus sobrinos.
- Facundo, tú dijiste que tenías que proteger a los descendientes de tu hermana ¿Verdad?
- Si, es cierto.
- Entonces creo que deberías hacerlo- dije pensando en la promesa que le había hecho a Paul- No quiero que rompas tu promesa por mí.
- Es que la estoy cumpliendo a mi promesa.
- ¿A qué te refieres? ¿Quién es el descendiente?- pregunte confundida.
- Arianna eres tú, tú eres descendiente de mi hermana Irina y por lo tanto eres descendiente mía- al decir eso yo no podía creerlo, no podía creer que estaba frente a uno de mis ancestros.
- ¿Yo soy tu descendiente?
- Si, esa es una de las razones por las que estoy aquí, pero no es la única razón- aclaró.
- Entonces ¿Ya me conocías?
- En persona no- dijo y recordé las palabras de Diego, “Quiere conocer a la chica que dejó atontado a su mejor amigo”- Sé cosas de ti porque le pedía a Diego que me informara por si algo te sucedía, no te podía proteger de todo pero de tragedias, accidentes y cosas así si lo haría.
- Aún no puedo creerlo, eres mi ancestro, es increíble- dije y ambos reímos.
- ¿Quieres saber algo más sobre tu tátara tátara tío?- dijo entre risas.
- ¿Haz estudiado algo?- pregunté curiosa.
- Si, en realidad cinco carreras- confesó- Soy abogado, arqueólogo, ingeniero, médico y arquitecto.
- Espectacular, ¿Algún dato extra que quieras contarme?
- Sé hablar inglés, italiano, francés, alemán y portugués- agregó y yo cada vez quedaba más sorprendida, a Facundo le daban gracia mis expresiones, lo cual no me enfadaba pues si yo viera en un espejo mis expresiones también me daría gracia- Ah, casi me olvido, también se tocar la guitarra criolla y eléctrica, el bajo, la batería y el piano.
- Genial- fue lo único que mis labios pudieron pronunciar ante el asombro de lo que sabía Facundo.
- Aunque comparado con lo que sabe Diego no es tan grande- dijo.
- Para mí eso no es poco- le dije.
- Pero eres humana, no me malinterpretes, a mí me encantaría ser humano sólo que…- no lo dejé terminar, lo entendía.
- Sé a que te refieres- lo tranquilicé porque estaba un tanto nervioso porque no quería que yo me ofendiera- Nuestras especies son diferentes, por ejemplo, los humanos nos sorprendemos fácil- dije y ambos reímos.
En ese momento se me ocurrió mirar el reloj, ya habían pasado cuarenta minutos ¿Cómo era posible que el tiempo pasara tan rápido? Creo que es porque como ahora vivo con vampiros ya hace un mes, ya me acostumbré al horario vampiro- por así decirlo- siempre apurándonos por prevención, creo que si algún día todo vuelve a la normalidad- lo cual sé que jamás pasará- jamás haría todo lento como antes, andaría veloz, otra de las cosas de las que estoy segura es que si volviera en este momento, todo sería totalmente diferente, sé que mis escasas amistades humanas cambiarían radicalmente.
Mi mente empezó a volar pensando los cambios que habrá cuando vuelva- si es que vuelvo pues aunque extraño a todos no abandonaré a Cloe, Facundo y mucho menos a Diego- Yo sé que mis padres me tendrán como monja por lo menos un año, sin salidas, teléfono, celular, computadora y todo lo que me conectara con la sociedad. No sé como haré para presentar a Diego como mi novio a mis padres, me cuesta juntar a Diego y mis padres en una habitación y que también estuvieran presentes las palabras “novio” y “armonía”. Sería imposible o, mejor dicho, muy difícil.
- Diego ha vuelto- dijo Facundo sacándome de mis pensamientos- ¿Quieres bajar?
- Me gustaría pero le dije a Diego que te ayudaría a instalarte.
- Es que ya lo hice, mientras pensabas ordené lo poco que traje, aunque me ayudaste permitiendo que te contara mi historia, ahora me siento mucho mas cómodo aquí, así que gracias.
- De nada, la verdad que hasta ahora sólo con Diego y contigo logré abrirme, yo siempre fui muy cerrada.
- Pues me alegro de ser tu psicólogo- dijo y rió a carcajadas, yo me uní a él.
- Gracias- le dije pero en ese momento sentí un ruido raro en mi cuarto y salí corriendo para ver qué sucedía, Facundo salió detrás de mí pero al llegar al cuarto se colocó delante de mí formando un escudo que no me dejaba ver quién era el intruso. En menos de medio segundo Diego estaba a mi lado abrazándome para protegerme.
- ¿Quién eres?- le preguntó Facundo al intruso de mi cuarto.
Porfaa comenten. de verdad quiero saber su opinion. pues su opinion es lo que me ayuda a mejorar en cada capítulo.
ResponderEliminarBesos los suuper kiero. Zoe
=o. muy buen capitulo me gusto muchísimo sigue asi..!!=)
ResponderEliminarMil gracias! de verdad es importante la opinion de los lectores :D
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