Esa Noche
Todo comenzó una noche normal, de rutina, en Salto, una ciudad de Uruguay. Un pequeño país situado en América del Sur, no muchos lo conocen porque lo tapan países mas grandes como Argentina y Brasil.
Mi nombre es Arianna, tengo 14 años y vivo con mi padre. No soy una chica de lo que se diga “normal”, soy inteligente, me gusta mucho la música rock y pienso que la vida es un regalo bello que nos es concedido para disfrutar. Soy fanática de vampiros y estudio sobre ellos y sus estilos de vida.
En fin, eran casi las seis de la mañana, yo estaba en mi cuarto leyendo “Amanecer” de Stephenie Meyer.
Estaba completamente aburrida de todo, la música y de leer el mismo libro-aunque lo adoro no me gusta la rutina- algo atrajo mi atención desde mi ventana, era el bello cielo azul oscuro adornado por la luna nueva en su cenit y las estrellas alrededor acompañándola. Sentí una necesidad de subirme al techo para verlas desde cerca. Algo que no es muy común en una adolescente de 14 años con padres separados e hija única que trata de ser normal. Pero a pesar de todo lo hice, me subí y al hacerlo quede hipnotizada por el cielo estrellado y la luna nueva, no podía parar de mirarlos.
En medio de todo mi trance un sonido extraño logró captar mi atención, provenía del descampado que esta detrás de la capilla justo en frente de mi casa, el sonido era un silbido, mejor dicho un llamado de atención. Mis ojos verdes reflejando una mezcla de pánico y miedo recorrieron el terreno para encontrar al causante de tan extraño sonido. Resultaba ser un hombre- bueno, mejor dicho un adolescente, porque por su pinta le daba un máximo de dieciocho años- estaba cerca del monumento a Jesucristo y llamaba a otro chico que estaba abajo en lo que antes fue una buena cancha de futbol.
El miedo y el pánico se fueron desvaneciendo pero dejaron una huella por las dudas.
No necesitaba ser Albert Einstein para darme cuenta de a que se dedicaban estos jóvenes muchachos, eran vendedores de drogas.
Mi cerebro me decía a gritos que volviera a la seguridad de mi cuarto pero no se porque me quedé completamente estancada contra el techo, sin moverme sin hablar, lo único que hice fue mover mi cuerpo unos centímetros para que dar contra la pared de la casa y ser envuelta por las sombras de la noche para que estos sujetos no me vieran. No se porque pero comencé a vigilarlos sin parar de una manera muy parecida a como una madre vigila a sus hijos para que no se metan en problemas.
- ¡Diego!- gritaba el que estaba en la iglesia- ¡Sube que te necesitamos!
- Así que hoy me necesitas Oscar- contesto Diego sin siquiera alzar la voz- Ayer casi me borran del mapa.
- No hombre, como puedes pensar eso- Oscar si levanto la voz- Nos conoces, sabes que no seriamos capaz de causarte daño alguno.
De la nada apareció otro chico al lado de Diego para convencerlo diciendo:
- Tu sabes que somos extremistas cuando nos sacan de las casillas pero hoy estamos bien, no te haremos daño, mejor sube. Sabes que no nos gusta esperar y menos rogar- Diego se encogió cuando el joven se apoyó en su hombro.
- Joaquín… subiré… por favor. ¡suéltame!- le rogó Diego muy adolorido.
En ese momento parpadeé de la sorpresa y no se como pero cuando abrí los ojos Diego y Joaquín ya estaban arriba junto con Oscar.
- Bueno, ya estoy aquí ¿Qué quieren? ¿Qué tengo que hacer para que me dejen tranquilo?- preguntó Diego completamente enfadado- ¿Me van a proponer otro trato? ¿Para qué? Si al final alteran lo que dijeron para su conveniencia.
- Hay chico, pensé que nos conocías.- dijo Oscar.
- Queremos que hagas lo de siempre- ordenó Joaquín- Queremos que vendas, solamente vendas y vendas.
- Pero ¿Acaso no entienden que ya no quiero hacerlo más?- pregunto Diego sumamente enfadado- ¡No quiero hacerlo!... ya lo decidí, no lo haré más.
- Uy que mal- dijo Oscar fingiendo estar disgustado- Vamos a lamentar hacerte esto- le mintió- ¿De veras estás seguro?
- Saben que si lo intentan perderán- les advirtió Diego sin mínima pizca de miedo en su voz- Yo soy más fuerte y veloz, ustedes mismos me enseñaron a pelear y debo confesarles que también aprendí un poco por mi cuenta.
- ¿Qué has hecho que?- preguntaron los otros dos al unísono.
- Si lo hice, aprendí a pelear por mi cuenta- les dijo gritando pero aun así sonaba bajo para mis oídos, estoy segura de que si estuviera dentro de mi cuarto con la ventana cerrada no sentiría ni un susurro pero, esa era justamente su intención- Justamente porque los conozco chicos- siguió Diego- comencé a aprender por mi cuenta- en ese instante comprendí que cuando Diego subió obligado por Joaquín, en realidad solo fingía, iba a subir de todos modos, no tenia intención de evitar esta pelea.
En ese momento quería entrar lo más pronto posible, pero sabia que me escucharían por el ruido de las chapas del techo. Así que me quedé, me quedé allí sentada a la espera de que se fueran y rezando para que no me vieran- metafóricamente hablando- por lo que vi, Joaquín y Oscar me liquidarían sin pensarlo y sin emplear esfuerzo alguno. Aunque, Diego, por otra parte, no se si seria capaz de hacerme daño. Sonaba tan compasivo, comprensivo, directo, genuino, especial, normal. Sonaba normal.
De la nada, en menos de medio segundo Joaquín y Oscar saltaron sobre Diego pero él fácilmente los esquivó con un paso a su derecha.
- -¿Ven? Se los dije- les dijo Diego a los enfurecidos muchachos- Soy más veloz que ustedes.
- Joaquín y Oscar completamente furiosos por el comentario de Diego volvieron a saltar y de un solo empujón los hizo volar cinco metros.
- Soy más fuerte- esta vez Diego se burló.
Mi mecanismo de defensa se activó y corrí hacia mi cuarto sin pensar todo el ruido que causo esa pésima decisión. Cerré mi ventana y me acosté a dormir espantada por lo que vi. Del miedo que tenia me dormí y solamente soñé con ese momento, mas tarde sentí unos ruidos en mi ventana y me desperté. Por suerte, todo fue parte de la pesadilla.
Pasé todo el día completamente asustada, espantada y no podía sacarme ese momento de mi mente. Y eso me afecto tanto que preocupe a todo quien me rodeara.
La noche se presentó, el miedo me consumió. Sin siquiera pensarlo al terminar de cenar corrí hacia mi cuarto, lo ordene lo mejor posible y me acosté a dormir.
Otra vez la misma pesadilla de la noche anterior.
A las cinco de la mañana aproximadamente me desperté por un sonido extraño proveniente de mi ventana. Me levante con miedo, fui hacia mi ventana y corrí la cortina.
buenoo,, te luciste la verdad q lo empese q leer y esta buenisimo bueno ahro aya lei las 3 caps. y estan de maaas me alegrsa tener una amiga asii ,, te qiero mcuho sister ,, suerte con el libro
ResponderEliminargracias nareee t ree kiero lokyzzzzz
ResponderEliminarHola Zoe! Muy buen inicio, en serio! me metí completamente en la historia! será Diego el de la ventana! ya lo voy a averiguar! =)
ResponderEliminarHola Zoe, perdona mi tardanza en checar el blog y leer. Solo puedo decirte que me gusta demasiado la manera en que narras, me tienes intrigada acerca de los ruidos en la ventana, ¿A caso es Diego?
ResponderEliminarEn cuanto a los demás chicos y si fue verdad que Ariana los vio, entonces ¿Diego los acabo? Quisiera más detalles acerca de Diego.jejeje, te felicito tienes un estupendo don.
Angélica Villarreal,
Gracias por poner mi banner en tu blog.
De nada Angé. La verdad que es un honor para mi que comentes, me deja re feliz :) te invito a que leas los otros caps. A veces demoro en subir porque el que estoy escribiendo ahora es el cap mas largo pero de verdad te invito a que leas los otros capítulos...
ResponderEliminarGracias :D
Mil gracias por poner mi banner en tu blog :D es muy importante para mi
ResponderEliminar