Idiomas

sábado, 12 de febrero de 2011

2- "La Huida"

La Huida
Era uno de ellos, lo reconocí porque usaba la misma ropa que la noche anterior pero no sabía si era Diego, Joaquín o Oscar ya que los tres vestían igual.
Me pedía que abriera la ventana pero no me dio la confianza. Así que le pase una hoja y una lapicera por la ranura de la ventana. La hoja le preguntaba quien era y que quería. Me contesto al instante pero con una caligrafía perfecta.
Soy Diego, abre la ventana  por favor, hay vidas en  riesgo.”
Estaba desconcertada, ¿Qué vidas estaban en riesgo? Seguramente solo la mía porque esto seguramente era una treta.
Rápidamente le conteste:
“NO TE CREO, LA ÚNICA VIDA QUE ESTARÍA EN RIESGO SERÍA LA MÍA”
Y le dí la nota.
Diego me miró con una expresión de cómo si lo que le hubiera dicho fuera un crimen mortal. En ese momento me di cuenta de lo hermoso que era Diego, tenía el pelo totalmente negro y bien corto, ojos ambarinos y hermosos, una nariz y labios perfectos y sus demás facciones estaban ocultas bajo una capucha negra. Al apenas terminar de pensar eso me devolvió la nota que decía:
“Si yo quisiera ya estarías muerta, pero tienes razón, tu vida corre peligro, pero, también la de tu familia.”
Ahora si estaba asustada, mi familia está en riesgo y no puedo permitirlo, rápidamente sin sopesar las demás posibilidades me vestí y abrí las ventanas. En ese instante Diego me subió de un tiron rápido y me sentó silenciosa y delicadamente en el techo de mi casa. Pude notar que la temperatura de Diego era bastante mas baja de lo normal. Apenas me soltó le pregunte:
-         -¿Qué pasa? ¿Porqué estamos yo y mi familia en peligro?- dije completamente           espantada.
-         Fue por lo que viste ayer, por la pelea- me dijo con un tono que expresaba completa auto culpabilidad.
-         ¿Eso que tiene que ver?- le dije y me estremecí al recordar lo sucedido la noche anterior.
-         Tiene mucho que ver- me dijo Diego al susurro- pero primero ¿Qué fue lo que viste?- pregunto curioso y preocupado.
-         Te vi a ti, Joaquín y Oscar- al mencionar a los dos últimos me estremecí- Discutiendo porque ellos querían que vendieras la droga y te rehusaste, luego vi el comienzo de la pelea cuando dijiste y demostraste que eras más fuerte, veloz y mejor luchador que ellos.
-         Sorprendente pero a la vez malo, muy malo- dijo para si mismo.
-         ¿Qué sorprende y qué es lo malo?- le pregunte casi en un susurro.
-         Es sorprendente lo que te acuerdas y malo que te acuerdes- dijo mirando al descampado donde todo sucedió como si estuviera vigilando el terreno.
-         ¿Me puedes explicar que sucede?- le dije frustrada porque demoraba mucho y había poco tiempo.
-         Sucede que la pelea que viste ayer era a muerte y cuando nos avisaste que estabas viendo se Oscar y Joaquín se distrajeron y pude asesinar a Joaquín pero Oscar escapo, quiere matarte y si es necesario también a tu familia- dijo con disgusto.
-         Pero ¿Porqué a mi familia?- una lagrima tras otra comenzaron a surgir desde mis ojos- Ellos no vieron nada y no les dije nada- dije llorando.
-         Es verdad, ellos no tienen la culpa- dijo para tratar de calmarme cosa que era prácticamente imposible- ¿Cómo te llamas?
-         Me llamo Arianna- Dije entre sollozos.
Diego con un tierno y dulce gesto me seco mis lágrimas, en ese instante sus ojos se agrandaron como platos y dijo:
-         ¿Alguna vez haz tenido visiones?
-         ¿Qué? ¿A qué te refieres?- dije pasmada.
-         Limítate a contestar- dijo a la espera de mi respuesta.
-         La verdad- vacilé- si he tenido, pero solo en sueños y me acuerdo de muy pocos.
Los ojos de Diego quedaron como platos, unos hermosos platos.
-         Sorprendente- dijo para si mismo.
-         Perdón que te interrumpa pero volviendo al tema- le dije- ¿Qué va a pasar conmigo? ¿Y mi familia?- al pronunciar la última palabra mi voz se quebró.
-         La única capaz de salvarlos eres tu misma- reconoció.
-         ¿Cómo? ¿Qué tengo que hacer? Hare lo que sea- reconocí.
-         Tienes que huir, irte pero ya mismo- me ordenó- traté de avisarte ayer pero estabas dormida.
-         Wow wow wow, un momento- dije- el ruido de mi ventana de anoche ¿Eras vos?
-         Si- dijo como si habláramos del clima- ¿Lo sentiste? ¿Por qué no abriste?- pregunto curioso.
-         Trata de ponerte en mi lugar- le reclamé- luego de ver una pelea a muerte de seres muy similares a los vampiros ¿Abrirías tu ventana?-le expliqué.
-         Un momento- dijo- ¿Cómo nos llamaste?- pregunto completamente pasmado.
-         Vampiros- reconocí- los llamé vampiros.
-         ¿Cómo llegaste a esa conclusión?- dijo y me miro como si fuera una fenómeno.
-         Es que se mucho… de eso- vacilé- de vampiros.
-         ¿Cómo es eso posible?- ahora me miraba con curiosidad, como si yo fuera una escultura y él un critico famoso- ¿Cómo sabes todo?
-         Dejemos esta conversación para otro momento- le pedí.
Asintió una vez, sabía que eso ahora no era lo importante, lo importante ahora era mi familia y su seguridad.
En ese mismo instante comenzó a decirme su plan.
-         Te doy diez minutos para que empaques lo más imprescindible y ambos nos iremos- dijo.
-         ¿Ambos?- dije sorprendida.
-         Si ambos- aclaro- tengo que terminar lo que empecé y para eso tengo que estar cerca de ti.
-         Bueno, pero… ¿En qué sirvo yo?- le pregunte confundida.
-         Oscar te quiere a ti- dijo con disgusto- en eso sirves, yo te protegeré- me dijo con valentía- y me encargaré personalmente de que nunca vuelva a molestarte- dijo mientras me dejaba suavemente en el piso de mi cuarto- Bueno Arianna… tus diez minutos comienzan… ya.
Asentí una vez y sin pensarlo tome dos mochilas y comencé a recoger la mejor ropa que tenia y también los mejores zapatos, luego prácticamente llorando en silencio tomé el dinero que papá había ahorrado para mi fiesta de 15 años que se celebraría en unos meses. Tomé una hoja y garabatee rápidamente una carta para mis padres:
“LAMENTO IRME DE ESTA MANERA PERO CREANME CUANDO LES DIGO QUE ES PARA PROTEJERLOS, ANOCHE VI ALGO QUE NO TENDRIA QUE HABER VISTO Y POR ESO TENGO QUE HUÍR, VOY A VOLVER PERO SOLAMENTE CUANDO SEA SEGURO PARA TODOS, POR FAVOR NO LE DIGAN A NADIE ESTO, INVENTEN CUALQUIER COSA, NO QUIERO QUE NADIE SUFRA Y MUCHOMENOS LA ABUELA, DIGANLE LO QUE SEA PARA QUE NO SUFRA.
P.D.: ME LLEVO MI CELULAR PERO NO ME LLAMEN, NO ES SEGURO, YO LOS LLAMARÉ PARA NO PERDER CONTACTO LO PROMETO. NO VAYAN CON LA POLICIA Y NO RASTREN EL CELULAR PORQUE SINO NO ME DEJARAN OTRA OPCION QUE OCULTARME TOTALMENTE.
LOS QUIERO MUCHO DE VERDAD.
ARIANNA”
Doble la carta en dos y la dejé en mi cama y así huí, deje toda mi vida atrás y huí con diego.

2 comentarios:

  1. Hola de nuevo Zoe,

    Hace un buen tiempo que no leía la historia. Esta muy buena y me gusto demasiado este capítulo. Muy bien trabajado.

    Sigue adelante y no te desanimes. Por cierto, ya me uní a la pág. en el face.

    Besos y Abrazos,

    Angélica vg

    ResponderEliminar
  2. vi que te uniste y de verdad me alegra! dentro de poco aparte del nuvo cap subire material nuevo a la pág.
    Besos miiil gracias por comentar.
    Zoe

    ResponderEliminar